Acustofobia: el pánico a los ruídos
Una de las fobias más comunes en los perros es el miedo irracional a los ruídos fuertes (petardos, cohetes, golpes, truenos) en entornos donde no hay una amenaza real, esto se ha denominado acustofobia.
En la naturaleza, el miedo es una emoción que predispone a los animales a reaccionar ante el más mínimo peligro, siendo esta emoción una de las mejores herramientas de supervivencia. En la vida doméstica, las respuestas de los perros siguen la misma pauta ante estímulos de intensidad muy alta, como pueden ser truenos, portazos o petardos. Al enfrentarse a estas situaciones, los perros suelen ponerse nerviosos, angustiados y su instinto les lleva a evitar ese «peligro» y buscar un sitio donde «ponerse a salvo». Si estamos fuera intentará volver a casa y si estamos en el hogar: intentará protegerse debajo de las camas o en algún escondrijo que ya tenga. En estas situaciones de pánico, el perro pierde el control y su conducta se vuelve irracional: desobedeciendo, huyendo descontrolado o incluso mostrándose irritado y agresivo.
Hay ciertos factores que predisponen al perro a sufrir este tipo de fobias, entre ellos está la propia raza del perro, la personalidad del mismo, la falta de socialización y, por encima del resto, la educación que nosotros le demos ante estos estímulos.
Si nosotros en ese momento actuamos con nerviosismo o pánico, será una influencia negativa para el perro que reforzará su comportamiento negativo. Igual de negativo sería si cobijásemos a nuestro perro en ese momento de pánico y le acariciásemos o le hablásemos suavemente intentando rebajar su nerviosismo.
Para combatir este tipo de fobias, tanto el perro como nosotros necesitamos entrenar nuestro estado emocional en esos momentos de pánico. Un adiestrador profesional nos puede dar pautas muy concretas y entrenamiento específico en estas situaciones para poder desarrollar la mejor conducta hacia nuestro perro.
A continuación, te exponemos lo que serían unas nociones básicas de comportamiento para actuar en esas situaciones de estrés:
- Actuar de manera calmada para transmitir seguridad a nuestro perro. Cuando te encuentres una situación de ruido, no debes mostrar reacción alguna y seguir andando de forma tranquila.
- No acariciar ni hablar a nuestra mascota mientras se encuentre en estado nervioso. Lo mejor es ignornarle y seguir caminando sujetando la correa de forma firme y tranquila, sin tirones, hasta que pasemos la zona de ruídos o la situación desaparezca, cuando el perro recupere su estado tranquilo podremos acarciiarle o premiarle.
- No regañar al perro en estas situaciones. Es muy importante este punto pues si nuestro perro entra en estado de pánico por el ruido, poco le va a ayudar el estímulo negativo de una regañina. No solo aumentará su nerviosismo, sino que no aprenderá nada de lo que le digamos y reaccionará peor en situaciones futuras.
Estas situaciones o fobias pueden acompañar a un perro durante el resto de su vida. De nosotros y de nuestra guía depende que nuestro perro afronte estas situaciones de la mejor forma posible. Puedes pasarte por Clinica Veterinaria El Torreón para resolver posibles dudas o para recibir información sobre adiestradores profesionales que te puedan ayudar.
¿Puedes aportar mas informacion?, ha sido maravilloso encontrar mas datos sobre este tema.
Saludos