Abandono en España: Tenemos un grave problema
Echar un vistazo a los últimos estudios sobre abandono animal en nuestro país es endurecer nuestro corazón y hartarse de una paciencia infinita para no echarse a llorar. Los útlimos cálculos realizados nos situan a la cabeza de la UE en abandono animal. Sólo en 2014 fueron abandonados 140.000 perros y gatos en España.
Esas lágrimas que evitamos llorar y ese corazón que tenemos que endurecer ante tal tragedia, evita también que las razones por las cuales se abandonan mascotas en nuestro país ahonden más en la miseria moral y la podredumbre que destila a veces el ser humano. Gente como tú y como yo que no se ha sensibilizado con el sufrimiento animal y que cree que los animales están para servir a unos propósitos egoistas e infantiles o simplemente para comerciar con ellos.
La dura realidad que se desprende de los ultimos estudios comienza por los motivos: el primero de ellos es el económico (16%). Esto explicaría porque año a año desde principios de este siglo el abandono animal se ha visto incrementado. Una crisis económica global, con un paro rondando a una quinta parte de nuestra problación activa, deja intuir lo fácil que es convertir al miembro más débil de nuestra familia en un gasto superfluo. Dentro de esta causa también se englobaría otro dato cruel como es que el 30% de los animales abandonados está enfermo o herido. Por no enfrentar los gastos económicos asociados a esa enfermedad o herida, se les condena a un abandono doblemente cruel, pues el animal requiere de tratamiento médico que no tendrá.
El segundo motivo para abandonar a un animal en este pais es por una camada indeseada (13%). Los dueños no habían prevenido la castración de su mascota y esta habría tenido una camada no deseada. Una acción que conlleva abandonar cachorros, casi el 30% de las mascotas abandonadas están en esa edad: ¡Uno de cada tres animales abandonados!
La tercera causa en proporción (11% del total) es el fin de la temporada de caza, cuando los cazadores deciden desprenderse de los perros que les han ayudado a atrapar las piezas deseadas. Una practica aberrante y mil veces denunciada es el ahorcamiento de los animales en los arboles del bosque donde habrían estado cazando. Una imagen horrible y degradante para este país que tiene que ser combatida y desterrada cuanto antes. El más claro ejemplo de que no basta sólo con educar a las personas, también hay que penalizar severamente este tipo de acciones.
En los últimos lugares tenemos la perdida de interés por el animal y el propio comportamiento del animal, en ambos casos significan un 9% de todos los abandonos. Otras dos razones cuyas causas se podrían haber prevenido facilmente con la toma de conciencia a la hora de adoptar un animal, preguntas tan sencillas antes de acudir a una tienda a comprar una mascota ya sea para nosotros o como regalo a otras personas, cuyas respuestas nos ayudarían a planificar el cuidado del perro y su desarrollo dentro del nucleo familiar. Ni que decir tiene el perfil del abandono del animal por su comportamiento, cuando con una formación básica y adecuada a la hora de adiestrar y socializar a nuestra mascota desde pequeño elilminaría cualquier tipo de problema en el comportamiento de nuestra mascota.
Lo más doloroso de la encuestas es el perfil medio del animal abandonado: una mascota adulta, de tamaño mediano, sana, de raza mestiza y sin microchip. La mayoria de los animales (un 70%) no presentaba problemas de salud y estaba en su edad adulta, sólo un 14% de los animales abandonados estaba en la «vejez».
Es terrible como una persona puede abandonar a un animal después de haber forjado una relación con él. Una mascota que ha estado viviendo con nosotros y con nuestra familia es un amigo, un ser vivo fiel que nos ayuda a relacionarnos mejor con nuestro entorno y nos acompaña a lo largo de su vida. Como tal debería ser tratado, con la misma sensibilidad y empatía que con cualquier otro miembro de nuestra familia. Porque al final sencillamente es eso: un miembro más de nuestra familia. Así como nosotros somos miembros de su manada.
Estos datos demuestran claramente que el problema del abandono animal es un problema estructural. Comenzando por una regulación sorprendentemente laxa, donde el abandono no está penalizado ni regulado. Es España un país donde abandonar, maltratar o matar a un animal es terriblemente barato. Además, la falta de voluntad política, descoordinación entre administraciones y unos recursos insuficientes para combatir esta tragedia no hacen sino más que agravar el problema.
Obteniendo un marco regulatorio ideal para la protección de los animales, la mayoría de los problemas estarían centrados en ejercicios de prevención y concienciación. Regular el negocio de compra/venta animal, implementar métodos para prevenir y controlar la población (camadas indeseadas) y las enfermedades, apostar por la educación civil en el adiestramiento de las mascotas y promover una conciencia animal en nuestra sociedad ayudaría a dibujar otro país en los proximos años.
Y hasta que no lo logremos, tenemos un grave problema.