Mucho más que una simple mascota
Cuando adoptamos a una mascota, le integramos en nuestro hogar y dejamos que sea una parte fundamental en nuestras vidas. Él siempre te estará agradecido, y no solo colaborará con el desarrollo de una amistad duradera y fiel, sino que también participará en el cuidado de tu familia más de lo que crees. Aquí van algunos ejemplos de su «trabajo» en el bienestar de tu familia.
1- Los niños son más felices con mascotas en casa.
Son incontables los estudios que demuestran, cada día con más pruebas, que los niños que han tenido una mascota de pequeños son mejores adultos. La amistad con su perro les hace desarrollar antes habilidades sociales clave como la empatía o la asertividad. Además, el lazo de unión que desarrollan con su mascota suele ser igual o más fuerte que con otros familiares. Esta unión les hace padecer menos dolor y estrés en situaciones complicadas emocionalmente: peleas en casa, divorcios de padres, muerte de un familiar cercano, etc. A parte, tener un perro en casa les ayuda a cambiar actividades sedentarias como la televisión y los videojuegos por actividades más saludables como son el ejercicio y los juegos con el perro.
2- Combate la depresión.
Estudios recientes demuestran que tener un perro combate eficazmente los síntomas de una depresión. Un perro ante todo, es un ser vivo lleno de un amor incondicional por aquel que le ayuda y le protege. Esa amistad incondicional y esa lealtad hacia el humano combaten eficazmente síntomas tan evidentes como la irritabilidad, la soledad o la baja autoestima.
Además, al adquirir un perro, adquieres automáticamente «obligaciones» que contrarrestan síntomas físicos y psicológicos como la fatiga, la desgana o la falta de ilusión. Salir a la calle para que tu perro se asee, ir al parque para que juegue con otros perros o simplemente disfrutar de un paseo dos veces al día, son actividades físicas que producen reacciones químicas positivas tanto para nuestro cuerpo como para nuestra salud mental.
3- Combate el estrés.
Como comentábamos en anteriores publicaciones. Diversas fundaciones en Estados Unidos han desarrollado una terapia con perros para ayudar a las víctimas que han sufrido traumas graves a testificar contra sus agresores.
Para paliar el dolor y la situación de estrés ante esa situación, las victimas estuvieron acompañadas por un perro entrenado durante todo el proceso. Los resultados de esta medida fueron concluyentes, tener un perro ayudaba a las víctimas a afrontar situaciones de estrés. El perro, gracias a su empatía natural, lograba transmitir sensación de calma, tranquilidad y seguridad a las víctimas durante sus declaraciones. Ayudando a que la experiencia de revivir el trauma fuera menos dolorosa.
4- Y ahora detectan el cáncer.
Su olfato ha servido y sirve para que los diferentes cuerpos de seguridad los utilicen en la lucha contra la droga, como elementos de vigilancia, como piezas clave en la detección de seres humanos vivos en catástrofes naturales… Ahora también se ha demostrado que su olfato altamente evolucionado es capaz de detectar las reacciones químicas que producen las células de cáncer en las personas. Según estudios publicados recientemente, tiene una precisión de un 95-98% en la detección de cáncer según la muestra.
Los perros pueden olfatear cáncer de vejiga, piel, pulmón, mama y ovario. Los científicos sugieren que a partir de este hallazgo, se pueda desarrollar un sensor para poder detectar la enfermedad antes de que el cáncer haya podido extenderse.
5- No hablamos el mismo idioma, pero nos entendemos.
La evidencia más antigua nos dice que el perro y el humano son amigos desde hace 317 siglos. Es evidente que para un perro (o por aquella época seguramente un lobo salvaje) era mucho mejor asociarse con el ser humano para alimentarse más fácilmente y vivir en mejores condiciones disfrutando del afecto y el cuidado humano. Por contra, el perro ofrecería seguridad al humano frente a amenazas exteriores y posiblemente también serviría como ayuda a la caza.
Desde entonces hasta ahora, una cosa que los científicos tienen clara es que los cerebros de ambas especies han evolucionado en paralelo a favor del entendimiento. Ambas especies utilizan similares partes del cerebro para entender la información social del entorno y para distinguir e interpretar adecuadamente la voz de la especie contraria. Al igual que nosotros, el perro es capaz de distinguir e interpretar hasta doscientos sonidos diferentes emitidos por humanos (desde llantos de niños hasta órdenes de adultos). Y al igual que nosotros, son capaces de ofrecer confort, confianza, seguridad o lealtad según sea el caso.
6- Hay muchas más razones…
Aquí tienes cinco razones por las que adoptar un animal es beneficioso para ti y tú familia. Descubrirás más razones, seguramente, cuando convivas con él a lo largo del tiempo, cuando tú y los tuyos hayáis forjado lazos irrompibles de amistad e imborrables recuerdos de momentos y lugares compartidos, que te acompañarán durante años, quizá hasta el final de sus días. Será entonces cuando descubras que el mejor regalo que te hizo tu perro no fue formar parte de tu familia, no. Seguramente descubras que el mejor regalo que te hizo, la mayor razón de todas, fue que tú y los tuyos fuisteis miembros de su manada, desde el primer día.